Menu
Sínodo de los Obispos
Los Mosaicos de Rupnik
Textos fundamentales y Catequesis del Papa
Plan de Pastoral
Noticias de la Archidiócesis
Horarios Misa
Galería de Fotos
Actividades parroquiales
Despacho Parroquial
Responsables
Actividades
Correo
Noticias ACI Prensa
RECURSOS
Fotos

Debe tener habilitados los applets Java para ver las noticias de Zenit aquí.
Noticias de la Vida Parroquial
Festival de Navidad de los Scouts

 

CUENTO DE NAVIDAD

Ya casi queda lejos, pero al inicio de la Navidad tuvimos el Festival de los Scouts de la Parroquia, que representó una adptación “bastante libre”, pero muy divertida, del Cuento de Navidad de Charles Dickens.

Las fotos tienen bastante gracia: el Sr. Scrooge fue recordando y haciéndose consciente de su vida con los fantasmas del Pasado y del Presente y previendo los efectos que su egocéntrica vida supondría en las vidas de los que convivían con él, por las visiones que le daba el Fantasma del Futuro.

Luis Meseguer (un tipo ya adulto) fue el adaptado Fantasma del Pasado, y le mostró el pasado de Scrooge (un contenido Diego al que a veces no se le contuvo la risa) con la representación que hicieron los más pequeños (los Lobatos y sus animadores). Arturo era el fantasma del Presente, y el presente fue representado fantásticamente por los Pioneros como una parodia de la gente que sólo trabaja frenéticamente, explotando e ignorando a todos, y desocupándose de lo importante de la vida, representadas en sus novias desesperadas por maridos tan miopes.

Por fin Juanjo el fantasma del futuro llevó al protagonista al futuro, donde un grupo de maduros trabajadores (el comité de padres con cura incluido) representaba un triste grupo de pobres currantes que no ha hecho más que trabajar y sufrir humillaciones, aunque en el fondo seguían siendo buenos…

 

El cuento de Navidad sigue enseñándonos tantas cosas todavía hoy… 

Que miremos con misericordia nuestro pasado, con pasión y urgencia este presente comprometedor, y con audacia y esperanza un Futuro que debemos construir nosotros. Contamos para eso con el Espíritu de la Navidad y con la Fuerza del Niño que ha nacido en nuestro Barrio y en nuestra Parroquia. 

Ojalá nos convirtamos un poco más en esta navidad. 


 
 
 

 

 
Relatos para pensar

 

ALLÍ ESTABA DIOS, Y AQUELLA ERA SU FAMILIA

Lo bauticé con procedimiento de urgencia: un vaso de agua y la fórmula ritual.Su brazo derecho se levantaba y caía al ritmo de la respiración, como si la mano buscase apresar la vida que se iba con el aliento. La mía se quedó sobre la cabeza del niño, los ojos en los suyos, por si la muerte llegaba, que lo encontrase acariciado y querido. Mi mano me pareció más pequeña que la del niño para protegerlo, para devolverle la serenidad de un sueño, la quietud en el regazo de su madre, el llanto de la hora de comer, una sonrisa confiada ante la última monada. Y se lo entregué a las manos anchas y amigas de la madre Teresa y del papa Juan Pablo.

Volvieron doctores y hermanas, volvieron las voluntarias, volvieron preguntas y sugerencias, y dejé la habitación.

En el pasillo estaba la madre, sentada en el suelo, descalza, perdida la mirada, que imaginé vagaba por una fantasía lejos de la prostitución, lejos de patronos y compradores, tal vez soñando una tierra prometida en la que era libre y era mujer y era madre. Pero lo que se veía era sólo una ausencia atroz, un silencio de piedra, como si, antes que el hijo muriese, ella, la madre, estuviese ya muerta.

Luego, como si despertase de un sueño, comenzó a cantar… una canción dulce y amarga, a la vez de cuna y de duelo, que salía del alma y llegaba al alma. Era el amor que cantaba, era también el dolor, era tal vez la locura… tal vez era sólo la fe.

Allí, haciendo compañía, también él en silencio, estaba otro enfermo, adulto, negro, sin papeles y sin derechos, rico de tuberculosis, de impotencia y de ternura.

Allí, pequeño y en agonía, adulto y tuberculoso, en el silencio y en el canto, médico, voluntario y hermano, allí estaba Dios, y aquella era su familia sagrada y amada.

Al niño lo llamamos Víctor, vencedor.

+ Fr. Santiago Agrelo, Arzobispo de Tánger

 

 
Nos escribe Lucio

 

AÑO VIEJO, AÑO NUEVO: DON Y BENDICIÓN DE DIOS

Querida amiga, querido amigo: El 2009 es ya un año “viejo”. Todos deseamos de verdad que pase lo viejo y desaparezcan tantas cosas que a lo largo del año atentaron contra la dignidad del ser humano y contra la creación entera, contra el plan de amor de Dios para sus hijos y contra la convivencia entre los seres humanos en paz y en libertad. Lo hemos visto y sufrido en los periódicos y en la televisión. Hubo en el 2009 mucho horror, mucho sufrimiento, mucha muerte. Pero el año viejo fue también un don de Dios en nuestras vidas. Nos trajo la alegría de muchos encuentros y reencuentros, nos ayudó a madurar en la fe y en nuestro compromiso cristiano, creció el sentido de nuestra dignidad de bautizados en una Iglesia toda ella Pueblo de Dios, y participamos más, y más libremente, en la vida de nuestra parroquia, comunidad y diócesis. Aprendimos a vivir más austeros, generosos y solidarios, nos dolió hasta la indignación la injusticia de nuestro mundo y participamos en alguna “movida” por un mundo distinto y posible. Quisimos ser más dóciles al Espíritu de Jesús de Nazaret, y por ello más libres. Vivimos el gozo de sabernos hijos muy amados del único Padre, y pusimos confiadamente nuestra vida y nuestra tarea en sus manos, estando muchos ratos a solas, en la oración, tratando de amistad con aquel que sabemos que nos ama.

No arrojes el 2009 demasiado deprisa al trastero de las cosas viejas. ¡Hubo en él tanta gracia de Dios! Dedica un rato, antes de olvidarlo, a recordar y agradecer todo lo bueno que te dio. Puede que quedes sorprendido por tanto bien. Y luego sí, contento y agradecido por todo lo recibido, mira lo que Dios te ofrece: un año por delante, un Año Nuevo, un año para estrenar ilusiones y esperanzas, para crecer en eso que acabas de agradecer al año viejo, y en los encuentros, tareas y compromisos que todavía vas asumir para que el mundo y la Iglesia cambien.

No es una utopía. Un mundo nuevo es posible. Porque vivimos bajo la permanente bendición de Dios. Puedo decirte que cuando llega este día de Año Nuevo me llena de gozo la primera lectura de la Eucaristía de hoy. Posiblemente porque viví cinco años a la sombra y al cariño de las Clarisas de Tauste, pueblo en el que me estrené de cura, y donde cada día me “tropezaba” en el convento con la bendición de San Francisco al hermano León, que es la bendición de Dios a su pueblo. Allí aprendí a rezarla en tiempo presente: “El Señor te bendice y te protege,  ilumina su rostro sobre ti y te concede su favor; el Señor se fija en ti y te concede la paz”.

Así es y así seguirá siendo cada día del año que acabamos de estrenar y en el que Dios va a llenar con su paz nuestras vidas. En el que haremos lo posible para que esa paz de Dios sea una buena noticia para todos hombres y mujeres de nuestro mundo. Creo así poder decirte y desearte ¡feliz año nuevo!

Lucio Arauzo.

 

 

 
Adviento: Yo no soy tonto

 

UN ADVIENTO INTELIGENTE

¡¡atención!! Solo quedan 4 días para la Navidad, para recibir el Mejor Regalo que nos puede traer el Adviento. Son los últimos días de oportunidad para encontrar el Gran Regalo de Dios al mundo. Préparate bien.


 

 
<< Inicio < Anterior 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 Siguiente > Fin >>

Resultados 57 - 60 de 273